El municipio de Villanueva de la   Cañada se encuentra al noroeste de la Comunidad de Madrid, a 30 kilómetros de Madrid capital, y en la actualidad, debido al   fuerte proceso de urbanización experimentado en el municipio, existen varios   núcleos de población residenciales al margen del casco urbano, Guadamonte, La   Raya del Palancar, Villafranca del   Castillo y la Mocha Chica.
                  Los testimonios más antiguos acerca de Villanueva de la Cañada se remontan al siglo   XIV, ya que en el tercero de los volúmenes del 'Libro de la   Montería' de Alfonso XI, que data de   mediados de dicho siglo, se citan hasta sesenta   y dos cacerías que se desarrollaban en la zona del río Guadarrama, localizándose alguna de ellas   en el entorno geográfico de la Cañada   Real donde, sobre todo, abundaba el guarro o jabalí. Allí construyeron los reyes   castellanos los refugios, palacios y demás   edificaciones necesarias para esa afición cinegética.
                  En las "Relaciones histórico-geográficas de los pueblos de   España" de Felipe II, podemos leer que "los reyes don   Juan y don Enrique... tenían a un   cuarto de legua deste lugar una dehesa y un   bosque entre medio de este lugar y el lugar de Valdemorillo..., y en el dicho bosque tenían   unos palacios antiguos, que al presente   están despoblados y caídos", y más adelante indicaban que a media legua   de distancia existió también "otro sitio, donde se dice El Castillejo, que debiera ser castillo o   fuerza donde los dichos reyes andando por este bosque se recogían, y sus   monteros y criados".
                  Villanueva de la Cañada se llamaba por   aquel entonces 'La Despernada' y fue   aldea de Valdemorillo hasta 1487. Sobre   ese antiguo nombre se dice que era porque en el camino había una estatua de una mujer sin piernas, pero es más   probable que fuera porque allí tuvo que pasar una temporada una dama de la nobleza, sino de la Casa Real, herida en las piernas durante una de   las cacerías.
                  
                  Sobre el año 1628, el municipio alcanzó el rango de Villa al comprar tal privilegio a la   Corona, como hicieron muchos otros   pueblos madrileños y de toda España desde mediados del siglo XVI. Para que quede claro su nuevo título   cambia su nombre y 'La   Despernada' pasa a ser 'Villa Nueva de la   Cañada', que es el origen de su actual nombre.
                   
                  